miércoles, 30 de septiembre de 2009

No te compres el garaje, que se inunda

Hace ahora dos años (en Septiembre de 2007) presentamos un recurso ante el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Castellón (del cual era responsable ya entonces el Sr. Javier Moliner) porque nuestra vivienda, a nuestro entender, podía verse afectada por las obras de urbanización de la Unidad de Ejecución 24-UE-R; nuestra preocupación venía porque en el propio Plan General de Ordenación Urbana (aquel que acabó anulando el Tribunal Supremo), aprobado por el Ayuntamiento de Castellón en el año 2000, se posponían las obras de urbanización de esa Unidad de Ejecución hasta la «resolución de los problemas de inundabilidad» de la zona y, estando casi finalizadas las obras en esas fechas, no conseguíamos adivinar cómo se habían resuelto esos problemas.

En el punto 8 del recurso que interpusimos ante el Ayuntamiento advertíamos:

Que, ante la inminente llegada de la estación otoñal y la más que probable existencia, durante esta época del año, de las características lluvias torrenciales que afectan al litoral mediterráneo, y sin que se tenga constancia del inicio de las obras correspondientes a la resolución de los problemas de inundabilidad de la zona, el riesgo de inundaciones que puedan afectar a las viviendas existentes con anterioridad, al quedar ahora encerradas por el nuevo vial y haberse modificado sustancialmente la orografía del terreno (incluyendo el taponamiento de las posibles filtraciones subterráneas existentes con anterioridad), podría considerarse muy elevado.

La cuestión es que las obras de urbanización de la Unidad de Ejecución 24-UE-R consistían en la apertura de un vial, elevado más de un metro sobre el nivel del suelo existente hasta entonces, que rodeaba por el Norte, por el Este y por el Sur a nuestra vivienda, situada (como reconocía el propio PGOU) en una zona con problemas de inundabilidad.

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Allá por el año 1973 se solicitó la licencia de obras mayores de la que ahora es nuestra casa al Ayuntamiento de Castellón, que puso como requisito la construcción ligeramente elevada de la vivienda para evitar, en la medida de lo posible, que esos problemas de inundabilidad afectaran a la construcción.

Treinta y cuatro años después, en pleno siglo XXI y con 45.000 arquitectos más que en 1973 (cuando apenas habían 4.000 arquitectos en toda España), el Ayuntamiento de Castellón tiene la excelente ocurrencia de urbanizar casi un metro por encima de las viviendas de una zona con problemas de inundabilidad.

Y claro, llegó el Otoño (no el de 2007, pero sí el de 2009) y el panorama en el jardín de nuestra casa, con el flamante nuevo vial al fondo (más de un metro por encima del desierto y hoy anegado solar que se ha quedado frente a nuestra vivienda) y con previsiones de más lluvias torrenciales para la noche y el día siguientes, era este:

Lluvias en Castellón (Septiembre de 2009) 008

Lluvias en Castellón (Septiembre de 2009) 009

Obviamente, o el Sr. Javier Moliner (de quien aun estamos esperando respuesta por escrito a nuestro recurso) no sabe lo que es un problema de inundabilidad o es que a alguien, como ya advertíamos en nuestro recurso, se le olvidó instalar las bombas de achique (y aquí no sirve la excusa de que se fue la luz y las bombas no funcionaban, porque aquí no hay ni bombas ni ningún otro sistema de achique que no sean los cubos de agua que pueda tener yo en mi casa).

Decía en una entrada anterior que, vista la política de convulsiva eliminación de aparcamientos libres en las calles de Castellón, la única opción que nos dejaba el Sr. Javier Moliner era comprarnos un garaje (así animamos de paso el sector inmobiliario); sin embargo, a la hora de comprarnos el garaje habrá que tener en cuenta también que el actual urbanismo de Castellón no entiende de inundaciones (o si entiende lo disimula muy bien), así que, el garaje, que esté en un altillo.

Crucemos los dedos y esperemos que los hombres y mujeres del tiempo (todos) se equivoquen en sus previsiones, porque si hemos de esperar que el Ayuntamiento de Castellón haya previsto algo podemos esperar sentados en una barca.

1 comentario :

  1. Pues al final se equivocaron todos los hombres y mujeres del tiempo y no hemos tenido que sacar la barca y los remos. Ufff!

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