domingo, 20 de mayo de 2012

Hemos perdido algo más que el norte

Hay veces que no entiendo cómo el ser humano, y en este caso los españoles, puede llegar a razonamientos absurdos para justificar una actuación de muy difícil justificación. Aprovechando las explicaciones que han dado las comunidades autónomas para justificar los recortes en su planificación presupuestaria para 2012-2014, vamos a hacer un ejercicio muy fácil: lanzaremos una pregunta sobre los recortes y buscaremos la respuesta en el Plan Económico-Financiero 2012-2014 presentado por la Comunidad de Madrid. La pequeña trampa que haremos será que no buscaremos la justificación que dan a sus recortes (la única justificación a los recortes es el cumplimiento del objetivo de déficit –se recorta porque hay que recortar, es el razonamiento–), sino que la buscaremos en otro apartado: la justificación que hacen del desvío en los objetivos de déficit para el año pasado. Empecemos.

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Pregunta: ¿Por qué recortamos en educación?

«En educación, el mayor crecimiento de la población y, especialmente, de la población infantil por encima de la media, que es la que se haya [sic] en edad escolar durante un periodo largo de tiempo, ha implicado un importante incremento del gasto de funcionamiento de los centros docentes y de gastos que van unidos al mayor número de escolares, como becas de comedor, de libros de texto y ayudas a familias con niños de 0-3 años.»

Es decir, que recortamos en educación porque hay más niños en edad escolar. Lógico, sobre todo en la mentalidad mercantilista que un gobierno como el de Esperanza Aguirre tiene del Estado: cuantos más clientes, menos inversión.

Pregunta: ¿Por qué recortamos en sanidad?

«En el área sanitaria, el incremento tremendamente alcista de los costes de los suministros que tienen su base en materias primas o fuentes de energía, como electricidad y gas natural y el incremento de impuestos que gravan los centros sanitarios, como el IBI o la tasa de residuos, ha significado un importante incremento del gasto sanitario.

Paralelamente, el incremento en la actividad y desarrollo tecnológico y el desarrollo de métodos quirúrgicos de alto coste ha elevado exponencialmente, de una manera desbordante por encima de la cantidad presupuestada, el gasto en material sanitario.

Además, la eficiencia en la construcción y puesta en funcionamiento del nuevo Hospital de Torrejón en el ejercicio de 2011, ha provocado un impacto presupuestario que no estaba contemplado, al preverse su funcionamiento posterior al ejercicio de 2011.

Por último, el incremento de actividad motivado por el constante aumento poblacional ha incrementado el gasto ligado a la actividad sanitaria.»

Suben los factores externos (suministros e impuestos), así que invertimos menos; avanzamos en tecnología y métodos quirúrgicos, así que invertimos menos; concluimos nuevas infraestructuras sanitarias, así que invertimos menos; hay más población que potencialmente puede hacer uso de la sanidad, así que invertimos menos. Todo muy racional, sin duda.

Pregunta: ¿Por qué, en definitiva, recortamos el Estado de Bienestar?

«- Por otra parte, la crisis económica ha provocado un aumento de las personas que han perdido todo ingreso y han tenido que acceder a la renta mínima de inserción, que ha implicado una desviación muy importante en el presupuesto.

- Por el mismo motivo, la demanda de servicios y prestaciones de la población dependiente no ha dejado de incrementarse, de manera especialmente notable durante el ejercicio 2011.

- Por último, la mencionada crisis económica, al incrementar el desempleo de forma notable, aunque por debajo de la media nacional, ha hecho que baje la utilización del transporte público, de manera que como ha habido un mantenimiento de tarifas en 2011, el descenso de viajeros provoca una menor contribución vía precio que ha habido que cubrir con un incremento muy importante de la subvención al transporte público, para garantizar el funcionamiento del servicio.»

Hay que recortar el Estado de Bienestar porque hay un aumento de las personas que han perdido todo ingreso; hay que recortar el Estado de Bienestar porque cada vez hay más población dependiente; hay que recortar el Estado de Bienestar porque cada vez hay más desempleados…

Sinceramente, no sé cómo se puede justificar un mayor déficit porque la realidad es la que es y, a continuación, abstraerse completamente de la realidad y justificar una interminable lista de recortes para recortar y recortar para cumplir con un porcentaje de déficit imposible de cumplir en vista de los datos que nos ofrece la propia realidad.

Bueno, sí, sí sé cómo se llega a esta situación: admitiendo que los modelos económicos y las ecuaciones matemáticas de cualquier economista tienen más valor que las vidas de los desempleados, de los dependientes, de los que no tienen ningún ingreso, de los enfermos y de nuestros hijos.

Esto es perder el norte. El norte y mucho más.

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