En vista de los regalos que repartió El Bigotes entre los altos cargos de la Generalitat Valenciana con motivo de las Navidades, no es de extrañar las feroces luchas internas dentro de los partidos políticos para ser alguien (aunque sea de florero) dentro del organigrama del poder.
Sin duda que el reloj de 400.000 pesetas (2.400 €) que le regalaron a Milagrosa Martínez (Consellera de Turismo, que recordemos que es el sector en el que mejor se desenvolvían esta pandilla de corruptos, puesto que fueron los organizadores de la feria FITUR durante varios años consecutivos) se lleva el récord absoluto, aunque tampoco desmerecen la maleta de Ricardo Costa (casi 200.000 pesetillas), un bolsito de 780 € para la mujer de Víctor Campos y otro de 750 € para la de nuestro Molt Honorable President Francisco Camps o los 450 € de la corbata del Conseller Font de Mora.
Por supuesto, hay tiendas de lujo con esos precios y personas dispuestas a pagarlo. Me lo creo.
La ristra de personas con gemelos de 100 € debían formar parte de los compromisos por pequeños favorcillos, muchos de ellos en el entorno de nuestro Molt Honorable President (uno de sus asesores) o de su defenestrado Vicepresidente (incluyendo a su jefe de prensa).
Pero lo que más me ha llamado la atención ha sido el libro de 200 € que le regalaron a un tal Antonio Corbí, de quien no hay más datos en la lista de aguinaldos. Se me ha venido a la cabeza que se tratase de alguno de los tomos de la Enciclopedia Británica, que tiene fama de ser lo mejor de lo mejor, pero la edición de lujo (limitada a 500 ejemplares) no pasa de los 120 € por tomo; también me ha venido a la cabeza el Samuelson, pero sus casi 1.000 páginas de teorías económicas no pasan, en sus ediciones más caras, de los 70 €. Claro, que todo cambia si el libro de marras se compra en un anticuario, como parece ser el caso.
Pero lo que más me ha llamado la atención es que el destinatario de ese libro, pagado (es decir, financiado) por una empresa dedicada a la organización de ferias turísticas como FITUR, pueda ser alguien con sotana y alzacuellos. ¿Qué pinta en todo este embrollo la Iglesia Católica? ¿Qué tienen que ver la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir y su Instituto Universitario de Investigación en Derechos Humanos Benedicto XVI con toda esta trama corrupta?
Sólo hay un evento que reúna todos los requisitos y que, además, cuente con al menos dos de los protagonistas incluidos dentro de los agasajados: el Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en Valencia en Julio de 2006.
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